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domingo, 8 de noviembre de 2009

Así somos


La estructura con forma de robot sigue habilitada para el juego de los pequeños,
pese a que en ambos laterales fue incendiado. Abajo: la niña intenta hacer girar
la calesita, que ya no cuenta con volante.


Era sabido que iba a suceder, por eso desde este espacio, antes de la inauguración oficial del parque recreativo Laguna Chiquichano, preguntamos en voz alta si el Ejecutivo comunal tenía pensado cómo cuidar ese nuevo pulmón verde. Los resultados muestran que no, que no lo tenía en mente y que las circunstancias obligaron a anunciar entre gallos y medianoche la creación de la figura de "guardaparque".
Ayer, y días después de que uno de los juegos infantiles de ese lugar fuera incendiado, el municipio informó sin demasiados detalles que comenzaron a operar "cuadrillas de guardaparques". Cuántos son, cómo se los reclutó, y en qué horarios desempeñarán funciones, son datos que aún no se dieron.
La torre que fue incendida y cuya forma simula un robot, costó algo más de 75.000 pesos. Todos los juegos del parque recreativo le fueron adquiridos a la empresa Fabrijuegos, de Ituzaingó, en la provincia de Buenos Aires. Pese a que el intendente César Mac Karthy intentó autotranquilizarse, diciendo que "se nota la mancha de humo, pero por suerte el daño no fue grande", las roturas sí son importantes y demandarán el cambio integral de los cubos de pvc que fueron quemados.
Pero no fue sólo eso. Los volantes de las tres calesitas que se instalaron para el goce de los niños, fueron arrancados de cuajo y las escrituras sobre paredes, columnas y cualquier mobiliario, comienzan a hacerse ver. Según dice en su página web, Fabrijuegos otorga una garantía de un año para todos sus productos y hasta establece que cumplido el primer mes de estar en funcionamiento, la firma se encarga de hacerle una limpieza a fondo a todos los juegos. Lo que no aclara es si la garantía corre también cuando la rotura no se produjo por algún desperfecto técnico en la construcción de los mismos, sino por el vandalismo de la gente. Y por como vamos, debería haber una cláusula que lo contemplara...
Mac Karthy opina que lo que ocurrió es muestra de intolerancia y de falta de compromiso con la ciudad. Pero en verdad es algo más profundo y más grave: lo que estamos viviendo es la demostración más cabal de la falta de educación y civismo que caracteriza a nuestra comunidad, donde los valores morales y éticos cayeron en desuso, por responsabilidad de todos.

3 comentarios:

Zorro dijo...

Así como con el tema de las Pingüineras de San Lorenzo y Punta Tombo "el populista" intendente Mackarthy se atrevió a decir que quienes se oponían a la superposición de la oferta turística eran unos extremistas, ya que estaba bien que hubiera un lugar donde fueran los turistas pudientes y otro donde concurriera el resto; al no considerar el tema del mantenimiento del parque sin duda se debe haber hecho para que lo usen los pobres como puedan y como esté. Solo resta esperar que en Puerto Madryn hagan algo similar y el que lo quiera usar que haga 60 kms. y pague como corresponde...
!Cuánta estupidez ideológica al servicio de conseguir un voto! Si a un cómplice de un brutal asesinato lo dejan libre para que se reeduque, qué sanción podemos esperar para quien borracho o drogado quema los escasos bienes de la comunidad.
Ah, a propósito cuánto gasta de gas la ridícula y permanente antorcha de Fontana e Inmigrantes. ¿y si la reeplazan por una bandera y con esa plata pagan al cuidador de la Laguna?

Susana F. dijo...

Civilización vs. barbarie. Nos guste o no, creo que por ahí pasa la cosa.

Jack Bauer dijo...

Insisto en la ferrea necesidad de armar una cuadrilla.......y cortarles las manos

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