TRELEW - CHUBUT | PATAGONIA | AÑO DOS

jueves, 4 de marzo de 2010

¿Hacia dónde van los diarios?

Para no leer. Lejos de incentivar su lectura, los diarios deben ser censurados
antes de llegar a manos de los niños.

Los diarios de Trelew se han convertido, tal vez sin que sus propietarios se hayan sentado seriamente a analizar cuál es la responsabilidad social que les cabe a los medios que dirigen, en un mini catálogo de servicios de prostitución, salpicado con fotos chabacanas y obscenas. Empezó uno y el otro, lo imitó.
El lenguaje (imposible de reproducir aquí) y las fotos que se publican bajo el ítem "Servicios profesionales" provocan incredulidad. Máxime, cuando los diarios -y por ende esas páginas- llegan a manos de los chicos. Es casi ley que cuando en el hogar existe la costumbre de leer, los hijos también lo hacen. Por eso, muchas familias, resguardando la integridad de los más pequeños optaron por dejar de comprarlos o por tirar los clasificados en el mismo momento que los reciben.
Hasta existen casos de empleados de algunos de los periódicos que dejaron de llevar a sus hogares el ejemplar procurando que ese lenguaje carente de pudor llegue a su familia.
Por afán económico (¿cuánto más pueden facturar con esos avisos?) los diarios locales se ubicaron, si se quiere, en el polo apuesto al que por su condición como medio de comunicación deberían cumplir. Es que los medios tienen una responsabilidad social extra: contribuir a la educación de la sociedad y a la propagación de los valores, más allá de informar y entretener.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte en las empresas periodísticas se advierte una alarmante degradación de sus escalas de valores. ¿Saben sus dueños hacia dónde quieren ir y, lo que es más importante, cómo lo quieren hacer?
Los medios de comunicación -orales, televisivos o escritos- debemos comprometernos e involucrarnos, más allá del lugar que ocupemos, en la construcción de una ciudadanía más participativa y, por sobre todo, más educada.
Los diarios se meten en nuestra vida, aún sin que uno quiera. Llegan a cientos de hogares, están sobre la mesa de la confitería de la esquina, en la sala de espera del médico, en la peluquería y hasta sus páginas aterrizan en nuestra cocina envolviendo los huevos comprados en la verdulería.
Grandes periódicos de la Argentina iniciaron muchos años atrás una campaña que se denominó "El diario en la escuela" donde los diarios eran utilizados (y en muchos lugares lo siguen haciendo) como una herramienta más de educación, para incentivar la lectura, permitirle a los niños entender la realidad e ir motivándolos para su participación ciudadana.
No es posible imaginar que eso sea factible llevando los diarios locales a nuestras aulas. O sí, pero tirando los clasificados y ya partiríamos mintiendo: un diario es el todo, no una de sus partes.

5 comentarios:

Son de cuarta dijo...

¿Todavía se usan los diarios en las escuelas, como material para acercar a los chicos a la lectura de noticias periodísticas? Lindo material el que ofrecen los diarios locales. Muy didáctico sobre todo.

9 milímetros dijo...

Excelente Giselle.
Donde ponés el ojo, ¡Bang! ponés la bala.

Mimu dijo...

Muy buena nota.!!! Me pregunto: ¿estos señores desconocerán el uso que se hace del diario en las escuelas?,desconocerán el trabajo que se hace desde distintos ámbitos para acercar a los niños a la lectura del diario?,desconocerán que el diario puede ser una excelente puerta de entrada a la lectura? como expresan desde el departamento de Escuela y Medios del Ministerio de Educación de la Nación, y podríamos seguir haciéndonos preguntas.....
Realmente vergonzoso

Anónimo dijo...

Mientras para sus dueños, el diario solo sea una herramienta para facturarle millones a los gobiernos de turno a cambio de llenarle páginas de burdas obsecuencias escritas, los diarios seguiran así.

M.L. dijo...

¿Los diarios locales no habrán pensado que incluir educación sexual en las escuelas era esto?

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