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jueves, 18 de marzo de 2010

Sin rumbo

Miles de personas marcharon ayer por Puerto Madryn, convulsionados por la noticia.
Leonela concurría a 4to. grado de la Escuela N° 124 de esa ciudad.
Foto: Municipalidad de Puerto Madryn


El crimen de Leonela Aguirre, la nena de 10 años que fue encontrada ayer en Puerto Madryn, adentro de un contenedor, con una bolsa de nylon en su cabeza y sus manos atadas, no sólo espanta sino también llena de miedo porque marca el camino que hemos tomado.
El de la violencia, el del todos contra todos, el del agravio y descrédito fácil, el del quien pega primero pega mejor, el del destrato cotidiano. Vamos por el camino equivocado. O, si se quiere, caminando sobre nuestros pasos, retrocediendo como sociedad.
La violencia, en sus diferentes expresiones, nos invade. Está en los hogares, en la calle, en las escuelas. Perdimos el rumbo y hay que dar un volantazo para volver.
La terrible muerte de esta niña no debe terminar en titulares de noticias y lamentos pasajeros. De una buena vez debe despertarnos, debemos reaccionar para reconstruir una sociedad en la que se perdió hasta el principio básico, que es el derecho a la vida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Más allá de la tragedia, y la consternación que produce este terrible delito entre padres, vecinos y la sociedad entera, estoy de acuerdo con que debemos reaccionar para reconstruir una sociedad mejor. Y esta reacción debe estar basada en la educación. La educación moral. La educación en base a los derechos pero siempre destacando que también hay obligaciones. La educación a través del ejemplo. La educación basada en las virtudes del ser humano. La educación basada en la honestidad, la compasión, la responsabilidad, la lealtad, la perseverancia, el trabajo, la amistad, la solidaridad, la prudencia y la fe.

Ana Miura dijo...

Es verdad, coincido plenamente con el comentario anterior, pero hay un punto que no debemos perder de vista y es el que una y otra vez se encarga de explicar Abel Albino de CONIN, para que la educación prenda se necesita un cerebro bien alimentado... hay que mirar a los cientos de miles de niños que no llegan a ésta instancia... primero erradicar el hambre, después educar para que fructifique... me duele sentir lo lejos que estamos!

Ma. Cristina dijo...

Es cierto que muchos tienen la panza vacía, pero tambien es cierto que muchos tienen los bolsillos llenos y vacio el corazón y son esos, perecisamente los que tienen la sarten por el mango. Los que fijan politicas publicas, los que manejas las grandes empresas , los que gerencian supermercados, hipercorralones, etc
Necesitamos reconocernos, volver a sentir que solo con el otro podemos.
Armar el "colectivo" , ese que solo es imaginario y sirve para justificar algunas cuestiones.
Estamos en medio del horror , no solo por Leonela, pienso tambien en mi querida maestra de 5to grado, Ana Fontana, en los que se acuchillan en la periferia o en nuestra plaza, en tantos que a diario son noticia por un rato, para la estadística, para la justicia atiborrada.
Educacion, salud, justicia social, igualdad de oportunidades y muchos mirando para el mismo lado. Porque de alguna manera, cuando no nos toca , por miedo, por impotencia, por necedad nos hacemos los distraidos..

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